jueves, 19 de abril de 2012

Espiar no es cosa fácil (Una de espías)

Espías

El sabía que podría conseguirlo solamente si lo hacía bien. Si estaba bien preparado. No era cosa de perder esa oportunidad. Se leyó “cómo debe ser un espía” –libro de autoayuda—, de cabo a rabo. Quería cumplir su misión y sabía que no era fácil.

Ese día se vistió para tal fin. Como debe vestir una persona discreta, queriendo pasar desapercibida. Después de una ducha, se puso una muda limpia, y sobre una camisa blanca, se colocó un traje gris oscuro y una corbata azul poco vistosa. Y para culminar un sobrero discreto, que había comprado para el acontecimiento, unas gafas de sol y una gabardina.

Salió dispuesto a comerse el mundo. Tenía presente que iba a ser un gran día. Había sido seleccionado para trabajar en la famosa agencia EIA (Espionage International Agency).

Hablaba inglés perfectamente, y dominaba el francés y el alemán. A sus 28 años, Juan Cruz Rojo, Johnny Redcross (un espía que se tenga por tal, debe tener un nombre apropiado, y en inglés) se creía perfectamente preparado para practicar esa profesión. Siempre había querido ser espía.

Se dirigió a la Torre Blanca, el edificio de la EIA en la ciudad. Al entrar en la puerta giratoria, el corazón le golpeaba fuerte. Tomó el ascensor 8, planta 24, donde le habían citado.

Al llegar a su piso, una señorita sentada en una mesa de información le recibió.

--Su nombre.

--Johnny Redcross—le dijo casi al oído.

--Póngase en la cola de la izquierda.

Allí había dos filas con unas cinco personas cada una. Esperó, impaciente, durante diez minutos, hasta que de la puerta de enfrente salió un hombre que, a viva voz, gritó:

--Los de la derecha empezarán a limpiar la cocina. Los de la izquierda, los váteres. Muévanse.

Impecable, cogió la fregona y siguió al guía. Estaba seguro, un día, sería espía.

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13 comentarios:

  1. Es un buen comienzo, en los wáteres se aprenden muchas cosas sobre quien los usa.
    Muy bueno, Rafa.

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  2. Por algo se empieza y seguro que en el váter encontrará muchas pistas que podrá utilizar cuando ya tenga más experencia.
    Bicos

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  3. jajaja...en toda carrera -se sabe- se empieza desde bien abajo -salvo influencias!- y en la profesión de espía no tenía por qué ser de otro modo! jejeje...seguro que con empeño, constancia y saber golpear las puertas justas, este juan Cruz se las ingenia para ir escalando rápidamente la escalera de los trepadores!. Por lo pronto, haberse cambiado el nombre por otro de mayor impacto, ha sido un detalle como para considerar!

    Excelente relato nos has regalado, Rafa!...y encima nos llega con una sonrisa!
    =)

    Un abrazo.

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  4. Tal vez algún día llegara a ser espía, pero está claro que todavía no había llegado su oportunidad. De limpiar váteres a ser espía hay una abismo... Me has hecho reir con el final. Un beso.

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  5. Lo verdaderamente importante es estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Lo primero ya lo ha conseguido tu protagonista, lo de estar en la sede de la EIA, aunque sea en labores de mantenimiento. Lo del momento oportuno seguro que tarde o temprano, dada su buena disposición, acabará llegando.
    Divertido relato. Me ha encantado.
    Un abrazo.

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  6. en lo que un día fue el cine de mi pueblo, trabajaba un tipo que aún vive: telesforo...era un tanto bobo el pobre. pero hacía bien su trabajo: limpiar el cine. el caso es que de tanto ver pelis de espías, sobre todo de espías...ah, una nota, también le gustaban las de emanuelle...pero esa es otra historia...se volvió clínicamente loco...a lo que parece, a día de hoy, sigue en el psiquiatrico de zamora espiando a las enfermeras...
    medio beso.

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  7. Por algun siio se empieza, fregona en mano y a limpiar, entre pase y pase igual se escapaba información confidencial.
    Muy bueno Rafa.
    Un abrazo.

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  8. No soy original, reflejas perfectamente esa necesidad de comenzar desde abajo y me recuerdas con humor esas ocasiones en las que, creo que todos, hemos pasado por algo así, llegar pensando en comernos el mundo y que nos den la fregona.
    Muy bueno, un abrazo.

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  9. Dicen que un gran viaje se inicia con un primer paso, quién te dice que de fregar se llega a convertir en un gran espía!!!
    Un abrazo.

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  10. Creo que no te había leído nunca, no se si será cierto o que no hemos coincidido. de todas forma bienvenido a esta familia juevera.
    Tu relato, intachable, me ha encantado y me ha producido una carcajada. Enhorabuena

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  11. Bueno, don Rafael, todos comenzamos desde abajo, pero limpiando váteres para ser espía...solo si es el baño de damas...ahi te enteras de este mundo y aquel...lo se por experiencia propia ( sin limparlos, aclaro...)

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  12. ¡Ay no, que decilusión! casi puedo ver su cara, tan bien vestido que fue, tan propio de la agencia...bue! supong que con 28 años se tiene tiempo de creer y crecer en el trabajo, muy buen enfoque el tuyo Rafa a este jueves de espias, me gustó mucho, te mando un abrazo

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  13. Jajaja, me encantó.

    Un abrazo fuerte.

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