Sentía los colores de forma especial. El verde de los prados y campos, y de muchos mares. Era capaz de percibir el azul del firmamento despejado y del Mediterráneo. Ese rojo amapola y de sangre de toro. El amarillo que desprende el sol con el que riega los montes. El blanco de la nieve y de la leche, y el gris de los otoños lluviosos.
Se había dedicado toda su vida a descubrirlos. Y lo había conseguido. Hoy podía reconocer la alegría o la tristeza por el color que percibía. Fueron muchos años de estudio, de amor a los colores, pero estaba satisfecho, había llegado a las entrañas del arco iris.
Bastaba que alguien le describiera el color matizado de cualquier ser vivo para descubrir si estaba enfermo o sano, si necesitaba de algún remedio o no. Su destreza le hacía pasar por un decorador adelantado, siempre era capaz de aconsejar, con acierto, qué colores deberían dominar en una estancia, en una fachada de una casa o en un parque de la ciudad.
Era considerado un experto. Y todo lo debía al estudio y la intuición, y a su interés. Había traspasado el mundo de los sentidos y había aprendido a dominar y a amar los colores, a pesar de su ceguera.
Más relatos sobre colores en el Daily Planet’s
No eres el único de "ver" los colores a través de la ceguera, he leído otros relatos jueveros en ese sentido. Creo, pero no puedo asegurarlo porque no soy ciega, que sienten de forma intensa lo que transmiten las gamas y lo traducen e interiorizan con una sensiblidad a la que no llegamos los videntes, los tenemos, a los colores, demasiado evidentes.
ResponderEliminarTu forma de relatar esa emoción me ha fascinado, !salve!
Es tremendo imaginarse que se pueden conocer los colores sin verlos.
EliminarBesos
Eso sí que es trascender los umbrales de la sensibilidad más pura!...no sé si será posible para muchos el lograrlo. Siempre pensé lo duro que sería el no haber visto nunca, pero se sabe que a falta de un sentido, se estimulan los otros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro que es difícil (si no imposible), pero sería justo.
EliminarBesos
Efectivamente hemos coincidido en parte, al menos en el planteamiento. El sentimiento que producen los colores supongo que es algo extraordinariamente complejo de expresar y de sentir para una persona que es ciega.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, debe ser difícil, pero tienen los otros sentidos muy desarrollados y puede que lleguen a imaginarlo.
EliminarUn abarzo
Veo que han coincidido hasta ahora tres, en los relatos al don más preciado: la posibilidad de ver.
ResponderEliminarLes recomiendo públicamente: Rosso come il cielo (Película italiana; inconmensurable).
Buscaré la película para verla.
EliminarBesos
Sería interesante explicar a una persona ciega de nacimiento los colores... Buen trabajo
ResponderEliminarSería difícil pero muy interesante.
EliminarSaludos
Habéis coincidido much@s en hablar de la ceguera en los relatos. Realmente debe ser horrible no percibirlos y la imposibilidad que existe a la hora de explicarlos.
ResponderEliminarSí, debe ser horrible. Imaginarlos muy difícil.
EliminarUn abrazo
Paradójico que fuera un experto en colores aquel que no podía verlos. Quizás el personaje de tu historia traducía los colores a sabores, olores, texturas y sonidos. Quizás los traducía a las emociones que percibía de los videntes que hablaban de ellos.
ResponderEliminarBuen trabajo
Seguro que lo hacía así. Ya sabes que los ciegos tienen muy desarrollados los otros sentidos.
EliminarUn abrazo
Pues casi los podía oler digo yo, gracias a las descripciones de los mismos. Increible.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, una cuestión de aprendizaje. Díficil pero puede ser, excepcionalmente, cierto.
EliminarBesos
Un experto en colores sin ver, solo intuia...expertos así, haria falta en muchos lugares. Me gusto este matiz tuyo Rafa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí. Los invidentes tienen una habilidad tremenda en los otros sentidos. Yo tengo un masajista que es ciego y es increíble como nota hasta tu estado de ánimo.
EliminarUn beso
Creo que los ciegos, que tienen mucho más desarrollados otros sentidos, relacionan los colores con estados de ánimo. No perciben tal como los percibimos nosotros su realidad cromática, pero sí que son capaces imaginar e intuir la asociación de colores más conveniente en cada ambiente y en cada estado anímico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, creo que los ciegos consiguen ver mucho más de lo que nosotros pensamos.
EliminarUn abrazo
qué prodigioso el sentido de la vista. se necesitan todos los otros, y la intuición. y la paciencia. y la curiosidad. todo eso para reemplazarlo.
ResponderEliminary tal vez no alcance!
lo he leído sin respirar.
saludos!
Quién sabe si alcanzará. El desarrollo de los otros sentidos es total.
EliminarUn beso
Uf.. El sentir más allá de lo que nuestros sentidos alcanzan es algo a lo que nadie debe olvidarse de llegar... Ahi esta la clave en el sentido de la vida... En dar pasos largos cuando la imaginación lo permite. Un buen relato. Buen fin de semana.
ResponderEliminarPues sí, el límite de los sentidos va más allá de lo que pensamos.
EliminarUn abrazo
Relacionarlos con los estados de ánimo, como decís, por ahí, supongo que pueden llegar a percibir los colores, intentar describirlos con palabras, muy difícil!
ResponderEliminarUn beso.
Los ciegos son capaces de reconocer tu estado de ánimo con escucharte. Tienen los sentidos muy desarrollados, aunque les falte uno principal.
EliminarUn beso
La percepción más allá de la vista, las sensaciones y el conocimiento de los colores por lo que siente. Quizás no sea tan utópico este relato, quizás los colores vayan más allá de la mirada y sean algo mucho más profundo.
ResponderEliminarMe gustó mucho este relato, el final es maravilloso.
Un abrazo.
Quizás. Hay tanto por descubrir sobre nuestro cerebro y nuestros sentidos, que desconocemos sus límites.
EliminarUn beso
Las sensaciones del alma, mucho más allá que el propio cuerpo... muy bello relato y es que creo que aquellas personas ven mucho más allá que nosotros mismos podemos ver
ResponderEliminarQuizás imaginamos que los ciegos ven y sientes mucho menos de lo que lo hacen en realidad, ayudados por sus otros sentidos.
EliminarUn beso
Supongo que al igual que nosotros percibimos unos colores más cálidos que otros con la vista, los ciegos de nacimiento deberán percibirlos de otra manera, propia de su condición, creo.
ResponderEliminarDe todos modos me ha gustado mucho tu relato y la perspectiva que le has dado.
Un abrazo.
Sí, desde luego no pueden percibirlo igual, lo que no quiere decir que no perciban sensaciones distintas que no podemos imaginar.
EliminarUn beso