Siempre había creído aquello de que en algún lugar del mundo hay alguien igual que tú. Que todos tenemos un doble. De hecho, quién no ha sido abordado por alguien para decirle luego, “disculpe, creí que era fulano, me he equivocado, se parece usted mucho”.
Pero esto era distinto. No sólo tenía mis rasgos físicos. Además pensaba igual que yo. Decía tener la misma familia que yo. Era una copia exacta. Me confesó que estaba enamorado de Ana, igual que yo, que trabajaba en una multinacional informática, como yo. Tenía mi edad, ¡había nacido el mismo día que yo!
No me podía estar pasando. Me pellizqué, pensando que era un sueño. Parpadeé varias veces queriendo despertar. Pero ahí estaba.
Me lo había encontrado casualmente, por la calle. Nos miramos y no pudimos evitar pararnos y conversar. Nos hicimos preguntas, a las que cualquiera de los dos contestaba igual. Nos contamos nuestra historia y nuestros deseos, comunes en ambos casos.
Sólo había una cosa que me reveló y que yo desconocía. Él era el elegido. Me dijo que todos los seres tenían sus clones, sus replicantes. Y que, a cierta edad, sólo podía continuar viviendo uno, que un destino no se puede compartir. Los dos no cabíamos en el mundo. Así es que, me apuntó el camino y no tuve más remedio que hacerle caso. Hubiera sido impensable seguir viviendo, sabiendo que yo no era el auténtico.
Mas historias de replicantes en casa de Gustavo
No caben en el mundo dos iguales, dos exactos, uno tiene que ser falso.
ResponderEliminarCuento de terror muy sutil, de los buenos, de los que me gustan. Besito.
Muy buen... disfruté leyendolo.¿Cómo nos llevaríamos con otro exactamente igual a nosotros....?Seguramente muy mal, jajaj.
ResponderEliminarun saludo juevero.
A no ser en dos universos paralelos donde todos tengamos nuestro otro yo...(fringe)
ResponderEliminary ¿cómo saber cuál es el auténtico?
Me ha gustado tu relato, muy interesante.
Un beso
Me gusta tu relato, muy bueno.
ResponderEliminarBicos
je!...semejante circunstancia descolocaría a cualquiera pero veo que en tu caso, has sabido mantener la postura y el equilibrio1 jajajaja
ResponderEliminarmuy buen relato, conciso, interesante y original.
Un abrazo!
En principio me dio un poquito de escalofrío, pensar en otro "yo" dando vueltas por ahí... y encima recibir la confirmación de que es el auténtico!!! Asumo que la autenticidad vendrá impresa de fábrica en el orillo , así que me busqué por todos lados y no he encontrado más que alguna peca o lunar (no creo que valga). Por eso la vida y la inevitable muerte, pienso. Los otros "yo" son los que nos sobrevivirán para siempre! Me gustó tanto tu relato, que me lo tomé muy en serio.
ResponderEliminarBesos al vuelo!
Gaby*
Tengo ganas de que edites tus relatos. Sabes que cuentas ya con una editora entregada. Fíjate, mañana se inaugura la Feria del Libro en Madrid, si ya lo tuvieras, allí estarías firmando... ¿Te gusta ese futuro?
ResponderEliminarBesos y como siempre te digo, buenísimo relato
Tiene un algo con el "hombre duplicado" de Saramago.
ResponderEliminarEsto es como la película de Arnold y no te pongo el apellido porque seguro que me equivoco, "El sexto dia" donde no sabía ni el propio protagonista si era el auténtico o el replicante.
ResponderEliminarNo se sabe lo que nos depara el futuro
Un abrazo
así que me apuntó el camino. hubiera sido impensable poder seguir viviendo...más o menos, así es tu final.
ResponderEliminarmás bien más que menos, este final da sentido , cómo no, a todo el texto...resumen y sentido del texto, que no del ingenio que veo que desbordas con habitualidad...
creo que ha sido a gaby a quien le he dicho que llevamos algo así como unas 4 semanas con texto más que buenos...con textos por donde planea le ingenio, por textos por los que se ve la adecuación del escribidor al tema sugerido ...pero lo que se nota es la facilidad de esa adecuación...lo mismo que a gaby, te diré que parte de culpa de esto que digo, es tuya...
medio beso.
Me da un poco de temor pensar en encontrarme con alguien igual a mi, pero como creo que ni uno mismo llega a conocerse bien, me vendría bien para hacerle preguntas que yo no me atrevo a hacerme a mi misma.
ResponderEliminarAl final la elección es dura, pero me gustó mucho.
Un abrazo.
Un encajar la situación con total aceptación, dos iguales en el mundo no puede ser, lastima de que el que sobre sea uno.
ResponderEliminarMuy buen relato, nada falta, nada sobra.
Un abrazo.
Misteriosa dualidad que para no perpetuarse necesita terminar con la vida de uno de los dos. Tal vez sea la réplica la que debiera de irse y el anuncio de que el otro sobra no sea sino una estratagema.
ResponderEliminarDa que pensar el que podamos toparnos un día con alguien idéntico por completo a nosotros.
Un abrazo.
A lo mejor era muy astuto. Sé de buena tinta que no era el elegido pero había aprendido a cambiar sus rasgos y a impresionar a los demás haciendo ver que siempre decía la verdad. Lo había conseguido: el elegido iba a ser eliminado.
ResponderEliminarBuenoooooo, nadie me pedía un final pero no he podido evitarlo.
Bravo, compañero. Un besito y un café.
He paseado por su blog y reconozco que me ha costado salir. Me he suscrito, por supuesto. Escribe usted realmente bien. Yo, que llevo leyendo y escribiendo desde los catorce años, me he sentido en verdad realmente encandilado con lo que he podido leerle. Y con lo que espero poder seguir leyendo. Creé mi propio blog hace apenas una semana, http://masducados.blogspot.com y aunque mi narrativa es casi siempre bajo el prisma del humor, me place invitarle a que pasee por él cuando pueda. Cualquier comentario, consejo o sugerencia que pueda venir de alguien como usted, no podrá caer en saco roto. Y puede que, incluso, le arranque una sonrisa. Reciba, pues, un cordial saludo de este su nuevo suscriptor, admirador y amigo: Jesús.
ResponderEliminarGracias por escribir como lo hace.
Gracias Jesús. Me alegro que te guste. Empecé este blog hace menos de dos meses, uniéndome a un grupo que escribe todos los jueves, un microrrelato sobre un tema común.
EliminarHe entrado en tu blog y me ha gustado la soltura con la que escribes, y ese humor sevillano que desprendes.
Salud