Estaba desesperado, el duplex se había convertido en pocos años en una vivienda ruinosa. El descuido había sido total. La planta baja mantenía un baño al que no llegaba agua caliente y la cadena de inodoro no funcionaba. Además había un comedor, que a pesar de tener dos cuadros mal clavados, un sofá-cama, una mesa y seis sillas, y una terraza adosada, daba sensación de vacío.
Arriba, ninguna de las cuatro habitaciones conservaba un mínimo de decencia. O se caía la pintura, en una, o la ventana estaba descolgada en otra. Las otras dos permanecían vacías desde siempre, aunque parecía que habían sido utilizadas de estercolero. Salvo el primer día, jamás había entrado en ellas. Nunca las necesité. Qué decir del baño, sin luz y sin puerta.
Así es que tenía que decidir, entre vender la casa o hacer obras. No podía continuar allí. Traté de arreglarla y cuando llamé a un albañil, vino una señora y dos hombres vestidos de blanco, y me convencieron. Las obras no son buenas, mejor cambiar de vivienda.
Desde entonces, vivo en esta habitación, toda vestida de blanco, con una pequeña ventana con reja y un colchón en el suelo. Y después de la medicación, me dejan salir al patio todos los días, un rato. Se creen que no les oigo, dicen que esa casa nunca existió, que me la inventé. Pero yo sé, que lo que no quieren es que la repare, porque entonces me iré y ellos no pueden vivir sin mí.
No me importa, lo que me molesta es esta camisa, que de vez en cuando me ponen, y me ata los brazos. Sólo porque les digo que quiero arreglar mi casa. No me dejan. ¡Pura envidia!
Más relatos en casa de Gustavo.
Están locos Rafa, están locos perdidos y claro que tienen envidia. Ellos ni casa ni imaginación, ¡hay que encerrarlos!
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Bicos
Pura envidia, un duplex con esas características es lo que ellos andan buscando y ahora al realojarte a ti lo tienen más facil, venga escapa y regresa a tu casa.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
jejeje.. triste historia rafa aunque con cierto sesgo divertido!...me vinieron a la mente historias reales de gente que en determinado punto de su vida se vio sola, perdió el juicio e hizo de su casa una pocilga, al punto que sus vecinos debieron denunciarlos tanto por su seguridad como por la propia. Si nos dejamos caer, podemos llegar a sumergirnos a los extremos de perder razón y conciencia.
ResponderEliminarun abrazo.
...las obsesiones son complicadas de dominar, generalmente ellas terminan apoderandose de nosotros y es difícil que los demás nos crean.
ResponderEliminarmuy bueno, un abrazo
Supongo que pensar en obras pone loco a cualquiera, pero lo tuyo es peor...
ResponderEliminarGenial relato, lleno de ironía. Muy bueno
ResponderEliminarComo sigas así tendré que proponerte como el mejor relator del Reino.
Enhorabuena
Besos muy nocturnos.
Hay muchos casos de gente que se enferma y deja que se les venga la casa abajo, viven como en un abandono y terminan siendo llevados a un psiquiátrico. Yo tuve un vecino así, fue triste verlo.
ResponderEliminarEl relato es excelente, tiene de todo!!!
Un abrazo.
Hombre, un mal cambio; aunque igual necesario, tal vez cuando salga, estará la casa arreglada.
ResponderEliminarUn saludo
veamos, rafa...
ResponderEliminarante un tema propuesto..
ingenio...
buena escrituta...
sarcasmo...
salirse por el horado,pero sin salirse de las tablas...
veamos...que sigo pensando...
concisión...buena construcción...
en fin, sin duda un 9.54...
sabes una cosa, nunca he ehcho un comentario de esta manera, ¡y mira que hago comentarios en diversos formatos y muchas veces raros!
lo patentaré...
medio beso.
Me ha encantado tu relato. Lo que no sé es donde está la realidad. En su calenturienta mente o en la de los doctores que le atienden. ¿Esistió realmente la casa y su deterioro a la par que se deterioraba su cabeza o nunca existió salvo en su imaginación?. Es que las necesarias obras a veces nos pueden llevar al punto de la locura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Existió, mi intención era decir existió.
ResponderEliminarSin dudas Rafa, eso de querer arreglar la casa es un indicio determinante de locura! ja!
ResponderEliminarMuy buen relato, inesperado desenlace, ingenioso!, te felicito y te dejo un beso